domingo, 4 de marzo de 2018

Jorge Icaza. Huasipungo



Huasipungo es una de las obras más leídas, aclamadas y estudiadas de la literatura ecuatoriana. Es la novela con el mayor número de traducciones a otras lenguas y, por tanto, es la obra de mayor difusión y alcance de la narrativa ecuatoriana. Publicada en 1934 es un clásico de la literatura indigenista, de corte social y de denuncia. El argumento transcurre en la década de los 20 en un país de diversas culturas y formas de vida, divido en 4 regiones naturales, en donde como hasta ahora el más fuerte se impone sobre el débil. La región Interandina, ubicada sobre los 2500 y hasta los 3500 msnm aproximadamente, no es más que una suma de latifundios, agrícolas. Aquí, lo normal fue el abuso físico, psicológico y sexual a los "indios" por parte del patrón. Una región con clases sociales marcadas: blancos, cholos e indios. 

El dúo Bénitez y Valencia es uno de los representantes más importantes de la música Andina ekutoriana. En el video y para acompañar la lectura el tema: Taita Salasaka 


A finales de la década de los 20, surgió con fuerza en la palestra un joven actor y posterior director, dramaturgo y novelista: Jorge Icaza. Integrado a la Compañía Dramática Nacional, escribió y puso en escena varias obras junto a su esposa, Marina Moncayo, primera actriz nacional. De manera cronológica: “El Intruso”, “La comedia sin nombre”, “Por el viejo”, “¿Cuál es?”, “Como ellos quieren”, “Sin sentido” y “Flagelo”. Su obra teatral fue evolucionando desde piezas cómicas cortas, hasta actos de flagrante denuncia social. Su pluma desembocó en el cuento y la novela, género en donde cultivó sus mejores rosas andinas. 



Jorge Icaza aborda los temas indígenas desde su visión occidental y mestiza (blanca), denuncia de manera cruda y visceral la situación desesperada y el maltrato del que son víctimas los naturales; pero al hacerlo, los despoja de alma e inteligencia, los reduce de condición y pasan a ser despojos humanos. En ese sentido, es una visión desde el explotador que no quiere o no puede comprender al explotado; sin embargo, percibe y acusa la injusticia. Sin interpretar ni analizar a profundidad los saberes de los indígenas; se concentra en dimensionar el poder político y religioso de la época para describir un verdadero infierno en los Andes. Un averno propiciado por las envidias, los rencores, la superstición, y sobre todo por la ambición económica y los prejuicios de los humanos que aquí habitaron y seguimos habitando. 


La habilidad de Icaza estriba en describir en unas cuantas páginas la realidad socio-política de la serranía, de hecho, su obra en conjunto retrata todas las clases sociales de la región. Los indios en “Huasipungo”; los cholos en “Huairapamuschas” y “En las calles”; y los chullas (blancos-mestizos), en “El Chulla Romero y Flores”, que significó una evolución en su narrativa, puesto que fue un acercamiento al nacimiento movimiento del realismo mágico. 

Los Folkloristas y Arturo Aguirre, primer rondador del Ecuador y uno de los mejores intérpretes de este instrumento. El ritmo sanjuanito es tradicional de la región interandina:


La situación de los indígenas en “Hasipungo” es sofocante: explotaciones, hambre, humillaciones, injusticia, desplazamiento, temor sistemático a Dios, violaciones, muerte. Taita Dios, el cura, el patrón, el teniente político, son algunos de los causantes. Cansados del abuso, al grito de "Ñucanchic Huasipungo", la indiada se levanta. Veloz interviene el estado, que se deshace de los rebeldes cual alimañas. Una historia que pone de manifiesto la memoria de las luchas sociales en Ecuador, ante una sociedad que clamaba al respecto de los indios: 
"-Que se les mate sin piedad a semejantes bandidos.
-Que se les acabe con ellos como hicieron otros pueblos más civilizados.
-Que se elimine para tranquilidad de nuestros hogares cristianos
-Hay que defender las glorias nacionales...
-Hay que defender a las desinteresadas y civilizadoras empresas extranjeras". 


Se verifica la dependencia del estado al capital extranjero, que se disfraza de progreso y de civilización. Bárbara civilización que desplaza de sus tierras al oprimido. En la cama de Juana, la chola de la pulpería, se acuestan los poderes del estado: el terrateniente (el patrón), el religioso (cura), el político (el teniente político). Los olores, sensaciones y ambientes configuran una estética de lo horrible, emparentada de lejos con su contemporáneo Pablo Palacio, y precedente de los “lenguajes de lo grotesco” de la narrativa contemporánea, que han superado con creces las limitaciones ideológicas y formales del autor de Huasipungo. El tiempo pasó e inmortalizó la obra de Icaza, como referente del indigenismo del país y del continente. Su análisis es importante para una comprensión de la evolución de la narrativa ecuatoriana tanto en su temática como en sus formas.


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