martes, 6 de marzo de 2018

Marqués de Sade. Filosofía del Tocador


El Marqués de Sade es un autor bastante leído en la actualidad, declarado loco, pasó más de la mitad de su vida tras las rejas, por su pensamiento y vida licenciosa; sus escándalos sonaron alto entre la aristocracia francesa, en una época de por sí, licenciosa. Los libros de Sade fueron prohibidos y quemados en su momento, ahora se consideran una obra clásica en la literatura erótica y filosófica, marcando un hito importante en el pensamiento contemporáneo. La “Filosofía del Tocador” es una obra escrita en teatro que aborda los temas clásicos del autor: descripciones de orgías, sodomía y parafilias, acompañadas de las más deliciosas apologías al incesto, al desenfreno, a la naturaleza, al crimen y al vicio; en forma de diálogos y manifiestos. 

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Eugenia es una joven de 15 años deseosa de aprender la filosofía de la naturaleza. Sus maestros serán: Dolmancé, insolente sodomita que pisotea todos los “ridículos preceptos inculcados por la sociedad y la moral cristiana”; y la Señora de Saint-Ange, voluptuosa y sátira que desprecia todo lo que se oponga a las divinas leyes del placer. La joven aprenderá lecciones teóricas y prácticas, a través de discursos políticos y filosóficos que enaltecen al gozo sexual y a la naturaleza, a la vez que realiza todo tipo de lubricidades, con un par de invitados de por medio. 


En este texto, el autor se dirige a la sociedad convulsionada de aquel tiempo (post-revolución francesa) a través de un manifiesto en donde los exhorta a renunciar a la moral cristiana y a la religión, tal como hicieron con la vieja aristocracia, para recuperar la libertad que le fue arrebatada a los hombres. Con la libertad aparece el incesto, la violación y el asesinato no solo de modo legal, sino de modo deseable, puesto que el más fuerte tiene licencias sobre el más débil. De esta manera no se necesitan mayores leyes, sino aquellas que garanticen la libertad individual por encima de todo. El estado debe garantizar que los ciudadanos puedan cumplir todas las voluptuosidades imaginadas, y para esto debe disponer de sitios con hombres y mujeres públicas que acepten todo tipo de encuentros sexuales sin límites, bajo pena de castigo en caso de negación. Con un pueblo entregado a estas delectaciones serán pocos o nadie quienes intenten oponerse al estado. 


Este libro es muy controversial y su lectura me causó muchas impresiones desordenadas, debido a que se lee bastante rápido, aunque contiene una cantidad enorme de conceptos extremos y en ocasiones aberrantes con sólidos argumentos que no dejan tiempo para la reflexión. La “Filosofía del tocador” es un conocimiento prohibido que enaltece lo natural. Sus textos ensalzan todas las libertades, incluidas las de fornicar con la familia, causar sufrimiento por placer o asesinar o personas, puesto que estas cosas son parte de la naturaleza. 
Intentaré resumir algunos aspectos de su pensamiento: 
  • El derecho del más fuerte a oprimir al débil. 
  • Ateísmo, repugnancia por la religión, por Dios y la moral cristiana. En un soberbio pasaje describe con impudor y gracia su visión de la vida de Jesús, el nazareno. 
  • Voluptuosidad sin límites como las únicas rosas que se puede cosechar en este fardo de espinas, que se llama vida. 
  • Derecho de las personas de servirse sexualmente de quien lo desee, incluyendo el uso de la violencia y el dolor; puesto que el más fuerte puede servirse del más débil. 
  • Inferioridad de la mujer, que debe estar dispuesta a tener sexo con quien lo requiera aceptando la superioridad del hombre en todos los aspectos. La mujer debe, además, entregarse a los excesos y evitar la concepción. 
  • La defensa del incesto como el amor más puro, debido al derecho de servirse sexualmente de todas las personas y que mejor que hacerlo “en familia”. 
  • Defensa de la homosexualidad y el aborto de manera natural y digna de respeto. (Nuestra sociedad cada día ve con mejores ojos estas dos cuestiones). 
  • Derecho de hacer sufrir a otros y de arrebataros la vida aún por diversión. 

Los argumentos históricos que utiliza para defender su postura son bastante hábiles. Culpa de todos los males a la moral cristiana imperante en la sociedad, esa moral de “devolver bien por mal”, y “no hacer a otros lo que no quieres que te hagan”. Para Sade, esa moral prohibió la sodomía, el incesto, la valentía y el honor; es por esto que exalta la moral antigua, de los griegos y romanos que alejados de principios cristianos: eran sodomitas, derrochadores y asesinos por naturaleza. En tiempos antiguos los soldados más valientes, los más salvajes, los que destripaban a los enemigos y violaban a sus mujeres, eran los más apreciados. Porque las leyes antiguas y las de los salvajes, son las de la naturaleza y estas son las del más fuerte. Todo eso terminó cuando se fundieron los dogmas en el Concilio de Nicea; para el Marqués, esto marcó el final de la grandeza de Roma. 


El final es bastante gore, aunque se considera esta obra como la menos violenta del autor. Toda la historia es una preparación para ese violento final, que no dejará a nadie indiferente. Evidentemente “Filosofía del Tocador” es cínica y sanguinaria, es una crítica a la sociedad de esa época y de cualquier época, a todo tipo de norma y moral. Para algunos de sus críticos, Sade intentó retratar en Eugenia a un joven pueblo francés con esperanzas de cambio y en Dolmancé y en la Señora de Saint-Ange, a una sociedad corrompida que rápidamente pervierte a los nuevos aristócratas y gobernantes. Para otros, simplemente realizó panegíricos de sus más perversas obsesiones. Sus opiniones sacudieron los cimientos morales, y si bien algunas de sus ideas son controversiales y monstruosas; otras se aceptaron poco a poco como la libertad sexual, el sexo anal, el homosexualismo o el aborto. Se abre la interrogante, para días venideros: ¿Caerán los viejos tabúes y el hombre volverá a su estado natural? Cuánto lo hubiera querido, el querido Marqués de Sade.


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