Este
interesantísimo libro tiene dos partes: la primera, nos cuenta la vida de
Pitágoras de Samos como una biografía novelada. La segunda, es la descripción
de la preparación académico-espiritual que se realizaba en el Instituto
Pitagórico fundado en Crotona por el sabio griego, que combina la trilogía
verdad-bondad-belleza. Un libro histórico que se torna esotérico iniciático.
Las enseñanzas tienen que ver con el silencio, la matemática, la armonía, el
cosmos, el arte y más elementos afines a la teosofía. La autora utiliza una
vasta bibliografía, aunque no la cita en el texto por su formato novelado.
Veamos más detenidamente aspectos de la vida de este ilustre filósofo, que
admiré y admiro; y analicemos este libro que me cautivó, me entretuvo y
sobretodo me dejó grandes enseñanzas.
Escucha hermosas melodías de Kazuko Kawashima y Seiji Yokoyama, de la banda sonora de "Saint Seiya" o Caballeros del Zodiaco, para acompañar la lectura de esta reseña:
Pitágoras nació
en la isla de Samos, ubicada en el archipiélago del Mar Egeo. Su nacimiento,
niñez y juventud, tiene características en común con los profetas, místicos o
enviados de la luz. Desde antes de su nacimiento, el oráculo predijo que
estaría destinado al conocimiento y la enseñanza. En su infancia, los maestros
locales se quedaron cortos y durante su juventud viajó por todos los centros de
saber del mundo antiguo: Mileto, en donde aprende con Tales y su discípulo
Anaximandro; en Egipto aprende los ritos órficos; y en Caldea, la doctrina de
la música como armonía el cosmos, y los números como elementos de la
existencia. Las leyendas mencionan además aprendizaje con judíos, en la India y
con el mismo Zoroastro.
La autora de la biografía Josefina Maynadé es teósofa, escritora y pedagoga con amplia experiencia en la difusión de una conciencia espiritual basada en el respeto mutuo. Publicó varios trabajos entre los que destacan biografías y tratados iniciáticos.
Al volver a
Grecia y tras una disputa con el tirano Polícrates, salió de su isla natal para
establecerse a Crotona, y fundar su célebre Escuela Pitagórica. Las pruebas de
ingreso eran extremadamente complicadas, el aspirante era sometido a una serie
de difíciles pruebas que incluían juegos al aire libre y ejercicios físicos,
pruebas morales y de valentía, superación del miedo y la soledad dentro de una
caverna y resolución de intrincados problema de lógica y matemática. La atenta
mirada del sabio vigilaba cada movimiento de los postulantes.
Cuando el
estudiante ingresaba a este centro del saber, debía abandonar el mundo y sus
costumbres. La vida en el recinto estaba consagrada al estudio, la meditación y
la armonía. Los aprendices recibían esmerados conocimientos acorde a su nivel.
En una primera etapa debían permanecer largos periodos de meses o años en
absoluto y hermético mutismo, aprendiendo el valor del silencio y la palabra.
Solo entonces adquirían la sabiduría de los números: el uno es el principio y
el fin de todas las cosas, el dos es la dualidad, el tres la perfección del
triángulo equilátero; y sucesivamente…. La geometría, la matemática y la
aritmética se desarrollaron como ciencias teóricas y aplicadas.
El Pitagórico
que dominaba todos los conocimientos anteriores ingresaba en los sagrados
misterios de las teofanías. Este conocimiento iniciático relaciona la mitología
griega con los ritos esotéricos de la doctrina áurea y el sol. En palabras de
Herman Hesse: “toda leyenda antigua es verdadera, pero no se ha transmitido o
explicado en su plenitud”. Las 9 musas del Parnaso, los 12 trabajos de
Hércules, el culto a Febo Apolo y demás mitos; contienen enseñanzas y sapiencias
antiguas de los Atlantes y de Hermes Trismegisto, que no están al alcance de
ciegos y sordos. Todos estos ritos se combinaban con un estricto régimen
vegetariano y con la armonía de la música celestial para entender y poner en
práctica la triada verdad-bondad-belleza.
La filosofía de
Pitágoras tiene su base en los números, la armonía del cosmos y la resurrección.
El sabio de Samos es un ejemplo de vida, recorrió el mundo conocido para
cultivarse y después enseñó sin egoísmos, fundando una escuela que si bien
colapso en su momento, renació en el Siglo I y transmitió una doctrina que se
mantiene con vida en distintos círculos Pitagóricos a nivel mundial, hasta
nuestros días. Recordado en la cultura popular por el famoso teorema (de origen
babilónico, datado 1000 años antes) que lleva su nombre y por las notas
musicales, fue en realidad un iniciado, un enviado de la luz.
Aunque las
fuentes bibliográficas que recogen la vida de Pitágoras son tardías y algo
misteriosas (por su herética doctrina ajena a la oficial) tienen mayor amplitud
y veracidad que las fuentes que recogen la historia de Jesús, aparte de la
Biblia y los evangelios apócrifos. Historia, leyenda, esoterismo… es difícil
vislumbrar donde termina una y comienza otra; más bien, al estilo de Pitágoras,
entendamos al conocimiento como un todo que vive en nuestro interior. Cada
hombre sigue su camino hacia sí mismo. Con este libro la autora nos relata de
manera entretenida una biografía y nos abre la curiosidad hacia un abanico
enorme de conocimientos iniciáticos.
Disfruta la conferencia "Vidas de Pitágoras: entre historia, leyenda y filosofía", del profesor de Historia Antigua David Hernández de la Fuente, gracias a la Fundación Juan March:
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