miércoles, 7 de marzo de 2018

Josefina Maynadé. La vida serena de Pitágoras


Este interesantísimo libro tiene dos partes: la primera, nos cuenta la vida de Pitágoras de Samos como una biografía novelada. La segunda, es la descripción de la preparación académico-espiritual que se realizaba en el Instituto Pitagórico fundado en Crotona por el sabio griego, que combina la trilogía verdad-bondad-belleza. Un libro histórico que se torna esotérico iniciático. Las enseñanzas tienen que ver con el silencio, la matemática, la armonía, el cosmos, el arte y más elementos afines a la teosofía. La autora utiliza una vasta bibliografía, aunque no la cita en el texto por su formato novelado. Veamos más detenidamente aspectos de la vida de este ilustre filósofo, que admiré y admiro; y analicemos este libro que me cautivó, me entretuvo y sobretodo me dejó grandes enseñanzas.

Escucha hermosas melodías de Kazuko Kawashima y Seiji Yokoyama, de la banda sonora de "Saint Seiya" o Caballeros del Zodiaco, para acompañar la lectura de esta reseña:


Pitágoras nació en la isla de Samos, ubicada en el archipiélago del Mar Egeo. Su nacimiento, niñez y juventud, tiene características en común con los profetas, místicos o enviados de la luz. Desde antes de su nacimiento, el oráculo predijo que estaría destinado al conocimiento y la enseñanza. En su infancia, los maestros locales se quedaron cortos y durante su juventud viajó por todos los centros de saber del mundo antiguo: Mileto, en donde aprende con Tales y su discípulo Anaximandro; en Egipto aprende los ritos órficos; y en Caldea, la doctrina de la música como armonía el cosmos, y los números como elementos de la existencia. Las leyendas mencionan además aprendizaje con judíos, en la India y con el mismo Zoroastro.

La autora de la biografía Josefina Maynadé es teósofa, escritora y pedagoga con amplia experiencia en la difusión de una conciencia espiritual basada en el respeto mutuo. Publicó varios trabajos entre los que destacan biografías y tratados iniciáticos. 


Al volver a Grecia y tras una disputa con el tirano Polícrates, salió de su isla natal para establecerse a Crotona, y fundar su célebre Escuela Pitagórica. Las pruebas de ingreso eran extremadamente complicadas, el aspirante era sometido a una serie de difíciles pruebas que incluían juegos al aire libre y ejercicios físicos, pruebas morales y de valentía, superación del miedo y la soledad dentro de una caverna y resolución de intrincados problema de lógica y matemática. La atenta mirada del sabio vigilaba cada movimiento de los postulantes.


Cuando el estudiante ingresaba a este centro del saber, debía abandonar el mundo y sus costumbres. La vida en el recinto estaba consagrada al estudio, la meditación y la armonía. Los aprendices recibían esmerados conocimientos acorde a su nivel. En una primera etapa debían permanecer largos periodos de meses o años en absoluto y hermético mutismo, aprendiendo el valor del silencio y la palabra. Solo entonces adquirían la sabiduría de los números: el uno es el principio y el fin de todas las cosas, el dos es la dualidad, el tres la perfección del triángulo equilátero; y sucesivamente…. La geometría, la matemática y la aritmética se desarrollaron como ciencias teóricas y aplicadas.

El Pitagórico que dominaba todos los conocimientos anteriores ingresaba en los sagrados misterios de las teofanías. Este conocimiento iniciático relaciona la mitología griega con los ritos esotéricos de la doctrina áurea y el sol. En palabras de Herman Hesse: “toda leyenda antigua es verdadera, pero no se ha transmitido o explicado en su plenitud”. Las 9 musas del Parnaso, los 12 trabajos de Hércules, el culto a Febo Apolo y demás mitos; contienen enseñanzas y sapiencias antiguas de los Atlantes y de Hermes Trismegisto, que no están al alcance de ciegos y sordos. Todos estos ritos se combinaban con un estricto régimen vegetariano y con la armonía de la música celestial para entender y poner en práctica la triada verdad-bondad-belleza.


La filosofía de Pitágoras tiene su base en los números, la armonía del cosmos y la resurrección. El sabio de Samos es un ejemplo de vida, recorrió el mundo conocido para cultivarse y después enseñó sin egoísmos, fundando una escuela que si bien colapso en su momento, renació en el Siglo I y transmitió una doctrina que se mantiene con vida en distintos círculos Pitagóricos a nivel mundial, hasta nuestros días. Recordado en la cultura popular por el famoso teorema (de origen babilónico, datado 1000 años antes) que lleva su nombre y por las notas musicales, fue en realidad un iniciado, un enviado de la luz.


Aunque las fuentes bibliográficas que recogen la vida de Pitágoras son tardías y algo misteriosas (por su herética doctrina ajena a la oficial) tienen mayor amplitud y veracidad que las fuentes que recogen la historia de Jesús, aparte de la Biblia y los evangelios apócrifos. Historia, leyenda, esoterismo… es difícil vislumbrar donde termina una y comienza otra; más bien, al estilo de Pitágoras, entendamos al conocimiento como un todo que vive en nuestro interior. Cada hombre sigue su camino hacia sí mismo. Con este libro la autora nos relata de manera entretenida una biografía y nos abre la curiosidad hacia un abanico enorme de conocimientos iniciáticos. 

Disfruta la conferencia "Vidas de Pitágoras: entre historia, leyenda y filosofía", del profesor de Historia Antigua David Hernández de la Fuente, gracias a la Fundación Juan March:



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